martes, 9 de octubre de 2007

Declaración de principios

Mercenaria, obrera de las palabras y las notas por encargo, llenando caracteres, paginas o líneas agata. Eslabón débil de la escabrosa cadena del periodismo utilitario. Igual infiltrada en el mundo gastronomico, que en el frívolo espectro de las cremas anticelulitis. Así trascurren las letras y desfilan mis palabras: hoy ocupada del trastorno bipolar y mañana tratando de bajar a tierra el discurso delirante un artista plástico. Robándole segundos al sueño para garabatear una canción de cuna a mi hija en medio de la noche o sintiendo que le resto espacio-tiempo mental a mi trabajo asalariado al teclear estas líneas. Pero por salud mental y vocacional necesito hacerlo, aunque sea un breve ejercicio sináptico, un escape creador que me permita conectar obligación y goce. Así me nació la idea de El lado B de las cosas, porque necesito creer que estas neuronas pueden rescatar algo más de los encuentros con temas y personas, que los 3000 caracteres que exigirá el editor en turno.
Veamos que sale de todo esto.

2 comentarios:

christian dijo...

Los periodistas solemos ser buceadores de visita en otras vidas. Algunas interesantes, que valen el chapuzón.
Las más, insípidas; pero con eficiencia al momento de crear fantásticas imágenes de su derrotero vulgar, que impulsan a que alguien requiera que sean relatadas.
Pero siempre buceadores, ajenos a ese mar que nos recibe pero a la vez nos es hostil, al que podemos visitar pero no está hecho para que vivamos allí.
Y nos obligamos a no perdernos, a mirar lo que es nuevo, a observar lo que ya todos han visto; a crear relatos nuevos y de los otros, los que todos le conocen el final. A no ahogarnos.

Por qué.

Porque nos gusta bucear.

Christian (desde algún lugar de un viejo lugar)

Unknown dijo...

Cuando la pluma y la mente maridan por placer, el artificio oriental más grande es una simple chispa en el infinito, se deja de escribir con tinta y se comienza a documentar con el alma, con las entrañas.

Siempre se agradece que alguién de la vuelta a la vida y exponga su propia perspectiva.

¿Periodista cuatro por cuatro?

Periodista analítica de garra y convicción, ser humano pensante, pluma con corazón; exprímete, derrama tu vida, tus experiencias y regálanos esa otra visión, que siempre hace falta para caminar con los pies descalzos y levantar la cara al sol.